viernes, 15 de abril de 2011

El hombre Avellaneda

Clausen, quien vivió el clásico desde las dos veredas, ve mejor parado a Independiente, porque “ya pasó su mal momento, ahora le está viniendo todo a favor”.

"Es difícil de aceptar para el hincha que un jugador cruce la vereda, pero incluso con la camiseta de Racing tuve el apoyo de la gente de Independiente. No es que me hayan hecho sentir a gusto. Sin embargo, otros fueron más insultados... Lo que pasa es que si no cruzaba quedaba colgado. Y no es que no quise volver al club, sino que un dirigente no me quiso... Era un riesgo, y lo asumí. No me arrepentí”. Néstor Rolando Clausen mañana no vestirá la camiseta con la que logró dos torneos locales, tres copas y el mote del mejor lateral derecho. Tampoco se pondrá la casaca del vecino, la que usó casi de urgencia cuando le cerraron la puerta en Mitre 470. Aunque luego se la volverían a abrir y ganaría la Supercopa del 95... Así, desde su casa de Palermo, el Negro se anima a jugar el clásico de Avellaneda por anticipado. Y aunque admite que ya no es hincha ni siquiera de su querido Newell’s, tira: “El cariño y la nostalgia por el Rojo es mayor. Pero no voy a llorar si pierde. Hoy disfruto más el partido”.

-¿Cómo ves este derby?
-Hace un mes atrás creía que Racing podía golear a Independiente, pero se la creyeron. Habían encontrado un funcionamiento, como que había una imitación futbolística al Barcelona, aunque la perdieron. Por ejemplo, contra Lanús, podrían haber liquidado el partido, quisieron como cancherear en un par de jugadas y terminaron cayendo. Se pusieron un traje más grande del que podían. Mismo sin Gio (Moreno) llegaron a jugar muy bien, pero no mantuvieron la humildad y el sacrificio. Daba gusto verlo, había juego en equipo, con y sin la pelota, y sacrificio colectivo. Pero cada uno quiso hacer más de lo que le daba, y se salieron del libreto... Una lástima, habían ilusionado a la gente.
-¿E Independiente?
-Todo al revés, ja. Venía mal en el Clausura y en la Libertadores. Y si bien quedó eliminado de la Copa, se despidió con una victoria. Antes, ya le había ganado a Godoy Cruz por el torneo y, entonces, ahora se da todo para encontrarse en buenas condiciones con el clásico. Si gana será una inyección anímica importante para pelear por el campeonato.

-¿Le vino bien quedar afuera de la Copa?
-Sí, aunque le pasó algo extraño: ganaron la Sudamericana y pensaron que en la Libertadores podían llegar muy lejos, que sería más fácil. Tuvieron mala imaginación. Pero también vivía como dos climas diferentes: la euforia de la Copa y el terror del torneo con el promedio. Por suerte, en el campeonato hubo triunfos que trajeron tranquilidad.

-Entonces, llega mejor Independiente...
-El cómo llegan no tiene nada que ver en los clásicos. El jugador de Racing se siente en deuda con sus hinchas, y qué mejor que ganar para reivindicarse. E Independiente necesita los puntos para seguir encontrando aire y acercarse a los primeros lugares.

-¿Te gusta su juego?
-Hubo pasajes y partidos que me gustaron, hubo otros que no. Con Peñarol no estuvieron todos los titulares pero hubo juego, personalidad y hay jugadores que están en crecimiento, otros que se tienen que decidir. Rodríguez en Uruguay fue Pato, pero a veces es Patito: si se convence será desequilibrante. Y aunque el equipo al principio no tuvo buenos resultados, el Turco tiene los conceptos claros. A veces se ve que saben a qué juegan pero el fútbol tiene estas cosas: entran todas o se van todas. Independiente ya pasó ese mal momento, ahora le está viniendo todo a favor.

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