Independiente estaba tres goles abajo ante la Liga de Quito, logró descontar dos veces y el 3-2 en la altura lo deja bien parado para la revancha. Silvera y Mareque marcaron para el Rojo, mientras que Salgueiro, Bolaños y Reasco convirtieron para el campeón.
En los 2.850 metros de Quito, Independiente perdió frente a la Liga por 3-2, en el encuentro de ida de las semifinales de la Copa Sudamericana. Pese a la derrota, el resultado le cayó más que bien al equipo de Avellaneda debido a que en el comienzo del complemento estaba tres goles abajo y, ahora, buscará meterse en la final la semana que viene.
Independiente hizo un buen primer tiempo, más allá de que se fue al vestuario en desventaja. Después de los embates iniciales de la Liga, el equipo conducido por Antonio Mohamed logró contener sin grandes complicaciones a un equipo impreciso (la lluvia complicó las acciones) y que, pese a tener tres delanteros, prácticamente no inquietó a Hilario Navarro.
El sector derecho fue el preferido para atacar del local y por ahí llegó la primera de las dos chances de gol que tuvo: a los 9m, Hernán Barcos (el más desequilibrante en el período inicial) tiró el centro, Carlos Luna no llegó a empujar el balón, le quedó a Juan Manuel Salgueiro y el uruguayo pifió cuando estaba solo ante Navarro.
A partir de ese momento, Independiente creció. Eduardo Tuzzio se destacaba en la defensa, Roberto Battión equilibraba la mitad de la cancha y Nicolás Cabrera intentaba mostrarse siempre por su lugar. A los 24m, después de una mala salida de José Cevallos, el rebote le quedó a Parra, el ex Chacarita sacó el remate y Luna evitó el tanto en la línea. Luego, a la media hora, Fernando Godoy se animó desde afuera y el travesaño le negó el grito. Era el mejor momento del Rojo.
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