martes, 30 de noviembre de 2010

Bien por los chicos

En un partido parejo y áspero, el elenco platense derrotó por 2-1 a los suplentes de Independiente gracias a un gran cabezazo de la Gata Fernández a los 40 del segundo tiempo. Pereyra puso en ventaja al Pincha, mientras que Martínez empató transitoriamente. Enzo Pérez fue expulsado sobre el final. El Pincha le sacó cinco puntos de ventaja a Vélez.

Parecía sencillo en los papeles. Enfrente aparecían muchos jóvenes para reemplazar a aquellos que tendrán la gran responsabilidad de jugar la final de la Sudamericana. Fue todo lo contrario: duro, áspero, complicado. Estudiantes superó por 2-1 a los suplentes de Independiente en una verdadera batalla en Avellaneda y le sacó cinco puntos de ventaja a Vélez.

Lejos estuvo de brillar el líder del campeonato en el primer tiempo frente a los jóvenes que puso en cancha Mohamed. Por momentos manejó la pelota con soltura y precisión, pero también se retrasó muchísimo luego de llegar al primer gol y le entregó el control a su rival. Claro que el Pincha conoce de su férrea defensa y en ella se recostó para mantener la ventaja.

El encuentro arrancó parejo y luchado. Así llegó la Gata Fernández a preocupar a los tres minutos: peleo contra la defensa tras un bochazo y quedó mano a mano con Gabbarini, pero tardó mucho en definir y lo comieron. El local contestó dos más tarde con un remate de Vallés que derivó en un largo rebote de Orión y en un despeje a tiempo de Federico Fernández cuando apuraba Nieva.

Y a los 11 llegó el 1-0. Pérez condujo el ataque y lo buscó por la derecha a la Gata, Cáceres cortó hacia adentro, Matheu dejó corto el despeje y Pereyra la empujó con el arquero a contramano. Con la ventaja creció la figura de Pérez y Mercado se mostró como una buena alternativa por derecha para general peligro.

Sin embargo, Estudiantes decidió entregarle de golpe el control a su rival y allí aparecieron Verón, Braña y la última línea. Se cansaron de meter y de presionar, y no se ruborizaron a la hora de tirarla a las nubes. Pero el Rojo generó: Pellerano reventó un tremendo derechazo en el ángulo, Gracián disparó a las manos de Orión y Nieva probó sin suerte al segundo palo.
Nadie se hubiese imaginado un arranque así. Mohamed puso a Patito Rodríguez y este quemó los papeles. A los 27 segundos, arrancó en velocidad y metió un gran pase en profundidad para Jorge Pérez, quien tiró el centro rasante para la llegada de Nicolás Martínez; el hermano de Juan Manuel le dio de primera y la clavó en un ángulo para desatar la locura en Avellaneda y en Liniers.

El joven atacante se recostó sobre la izquierda y fue una tortura para Federico Fernández y para Gabriel Mercado en los minutos iniciales. A los tres, arrancó hacia el medio y buscó sin suerte el segundo poste de Orión. El cotejo se hizo desordenado, áspero, difícil de predecir. Estudiantes se hizo de la bola, pero mostró serios problemas para generar peligro.

El más desequilibrante era Enzo Pérez, quien buscaba los espacios y encaraba hacia adelante. A los 25, encaró de la izquierda al medio y remató para que Gabbarini se luciera sobre un palo. El Pincha comenzó a buscar por todos lados, aunque sin precisión ni ideas. E Independiente, cada vez que se aproximaba, dejaba entrever algunas deficiencias en la defensa visitante.

Pero el León tuvo un plus, quizás ese de campeón. A los 40, Hernán Rodrigo López, quien había ingresado a los 31, se recostó sobre la derecha y tiró un buen centro bombeado. La Gata Fernández, totalmente desacomodado, puso la cabeza y desde lejos la clavó en un ángulo para decretar el 2-1 decisivo. Sobre el final, la espina: López cubría una bola en tres cuartos del rival a los 50 minutos y Enzo Pérez, en una actitud infantil e incomprensible, se tiró con los dos pies para adelante y vio la roja. Una pérdida fundamental.

Fuente: TyC Sports

No hay comentarios:

Publicar un comentario