miércoles, 20 de octubre de 2010

¡A cuartos!



Venció a Defensor Sporting por 4-2 y se clasificó a los cuartos de la Sudamericana en un partido que pudo ser suspendido por una agresión al arquero uruguayo; perdía, lo dio vuelta y terminó festejando con un gol en el final de Nicolás Martínez.

Están rojas esas gargantas tan necesitadas de éxitos. Festejan, gritan por la clasificación de Independiente a los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Pasó de todo en el estadio Libertadores de América, pero lo que alegró a los hinchas rojos fue el triunfo por 4 a 2 ante Defensor Sporting, que clasificó al equipo de Antonio Mohamed, luego de la caída por 1 a 0, en Montevideo, cuando el Turco aún no era el entrenador.

En la noche, hubo tanto encanto como resignación por ese proyectil que impactó en la cabeza del arquero uruguayo Martín Silva y le provocó un profundo corte en su cabeza, antes de que comenzara el segundo tiempo. Se especuló que con que el árbitro brasileño Wilson Seneme suspendiera el partido, como le pidió el entrenador, Pablo Repetto, pero finalmente todo siguió y terminó en esta fiesta roja.

Defensor empezó ganando con un gol de Mora en el primer tiempo. Independiente lo dio vuelta en 16 minutos con tantos de Silvera, Fredes y Nicolás Cabrera y se fue al descanso con la ventaja que necesitaba. Diego Rodríguez descontó y golpeó las ilusiones. Hasta que, a 16 minutos del final, Nicolás Martínez ,el hermano del Burrito de Vélez, que entró en el segundo tiempo, marcó el tanto de la clasificación para jugar en cuartos desde el 12 de noviembre ante Deportes Tolima, de Colombia, que eliminó a Banfield.

Mohamed cambió los ánimos en Avellaneda desde su llegada. En su primera semana al frente de los Rojos, ganó el clásico ante Racing. Luego, reservó jugadores en la caída del fin de semana ante All Boys para poder afrontar con lo mejor este encuentro de Copa, que terminó superando con éxito.

La noche empezó mal para Independiente. Iban sólo 11 minutos y Defensor se puso en ventaja con una pirueta de Rodrigo Mora en el área. Los Rojos precisaban una reacción, ya que necesitaban tres goles parta pasar a los cuartos de final.Fue entonces cuando el equipo dio una demostración de coraje para salir de la adversidad, quizá dignas de otras noches mágicas de Copa vividas en Avellaneda. En 16 minutos, Independiente anotó tres tantos para revertir el marcador y momentáneamente meterse en una nueva instancia de la Copa.

Dos minutos después del gol de Mora, Silvera, de cabeza, igualó, luego de que Tuzzio la bajara en el área. A los 18, Fredes hizo un golazo y, a los 27, llegó el tanto de Nicolás Cabrera, tras una gran acción de Patricio Rodríguez.

Parecía una noche mágica para Independiente. Sin embargo, los malos augurios se posaron sobre los Rojos. Cuando el segundo tiempo estaba por comenzar, el arquero uruguayo Martín Silva fue agredido por un proyectil que impactó en su cabeza y le produjo un profundo corto. Las dudas invadieron Avellaneda, pero todo siguió.

Tras una larga espera, el arquero se recuperó y, con una red en su cabeza, siguió el match. Los Rojos tuvieron dos claras ocasiones para ponerse en ventaja en los pies de Silvera y Parra y el arquero respondió. Pero, a los 2 minutos del complemento, Diego Rodríguez desde afuera del área marcó un golazo que enmudeció a la parcialidad de Avellaneda.

Entonces, los uruguayos comenzaron a llegar con peligro sobre el arco de los Rojos y respondió Hilario Navarro. Parecía que la decepción invadía a todo Independiente. Hasta que llegó el desahogo tan esperado gracias a jugadores que saltaron del banco de suplentes a la cancha. Fue a los 29, cuando Martín Gómez hizo una maniobra por la izquierda, envió el centro y Nicolás Martínez, el hermano del Burrito de Vélez, marcó de cabeza e hizo el tanto de la clasificación. Independiente pasó por todos los estados de ánimos en una noche que resultó de fiesta.

Fuente: Canchallena.com

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