martes, 7 de junio de 2011

Derrota con polémicas

Al Granate le alcanzó con un tiro libre de Diego Valeri (PT 11m) y un contragolpe de Mario Regueiro (ST 29m) para ganarle 2-1 al Rojo y continuar a un punto del líder. Maxi Velázquez (ST 35m) descontó para el local, que cortó una racha de tres triunfos al hilo. En tanto, Navarro le atajó un penal a Romero, mientras que le anularon un tanto a Fredes por una fina posición adelanta.

Lanús derrotó por 2-1 a Independiente en Avellaneda, en el cierre de la fecha 17 del Clausura, y continúa un punto del líder Vélez, cuando restan seis unidades por jugarse. Lejos de brillar, el Granate construyó su triunfo gracias a la combinación de pragmatismo y contundencia. Si bien hizo casi todo el desgaste, el equipo de Mohamed careció de lucidez en el área rival y aún necesita un punto para sellar la permanencia en Primera.

Con el envión de los tres triunfos al hilo, el Rojo se asumió la iniciativa en una cancha que se jugó con las marcas de una cancha de rugby, debido al partido del sábado de Los Pumas. La apuesta del local fue asociar a Gracián, Villafañez y Fredes, para luego buscar a los carrileros y conectarse con Parra. La serie de toques cortos funcionó hasta los últimos 20 metros, donde Lanús cerró filas y rechazó casi todos los ataques.

Por su parte, el Granate optó por ceder el control de la pelota y le puso sus fichas al contragolpe. A los 11 minutos, en la primera llegada al arco del correntino Navarro, Valeri sacó su credencial de crack y abrió el marcador con un lujoso tiro libre. Como Vélez igualaba en Liniers con Godoy Cruz, ese gol era un trampolín a la punta del torneo.

Pero la ventaja fue injusta porque el gasto lo hizo Independiente, más allá de terminar sus jugadas con centros erráticos. Las virtudes de Lanús estuvieron en la faz defensiva, porque cubrió bien los espacios y nunca se desordenó. El Rojo no tuvo ideas y apenas inquietó con un buscapié de Maxi Velázquez. En tanto, los piques aislados del cordobés Romero fueron los únicos atisbos ofensivos del elenco de Schurrer.
Para arrancar el complemento, Mohamed sacó a Vélez y mandó a la cancha al Patito Rodríguez. Tácticamente, el duelo no se alteró: Independiente se adelantó y dejó espacios para su rival. A los 8, Romero le ganó la posición a Julián Velázquez y Delfino vio penal por una supuesta falta del zaguero. El cordobés marcó, pero debió volver a patear por la invasión de Carranza. Y en la segunda chance, Navarro ahogó el festejo con una gran tapada.

Dos minutos más tarde, el Granate coqueteó nuevamente con el segundo. Goltz se desmarcó en un córner y estrelló la pelota contra el palo. Y a los 22, Julián Velázquez despejó sobre la línea y frustró a Romero, que en una réplica había eludido a Navarro. Con la solidez de su defensa, el combate de Pelletieri, la disciplina de Camoranesi, el criterio de Valeri y la velocidad de Romero, el visitante se afirmó en el partido. A esa altura, ya no lideraba por culpa del gol de Martínez en el Amalfitani.

Tras resistir una nueva arremetida del Rojo con un par de centros peligrosos, Lanús estiró su diferencia con su recurso predilecto: el contragolpe. Camoranesi la peleó en el medio y puso una pelota en profundidad para el uruguayo Regueiro, que hizo estragos con su quinta marcha y gritó el 2-0 a los 29. Pese al segundo golpe, Independiente no bajó los brazos y halló el descuento a los 35, con un cabezazo de Maxi Velázquez en un córner.

Los últimos 10 minutos fueron picantes y Lanús estuvo a punto de ser castigado por su mezquindad. El gol anotado por Fredes a los 40 hizo estallar a la popular local, pero fue anulado por una mínima posición adelantada del volante. Más allá de la derrota, Independiente se ganó unos merecidos aplausos de parte de su gente por la entrega hasta el quinto minuto de descuento. Poco le importó a Lanús su desteñida producción, feliz porque se clasificó a la Sudamericana y sigue soñando en grande.

Fuente: TyC Sports

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