El Rojo fichó para las Inferiores a un japonés, dos australianos, un salvadoreño y un brasileño. Con 18 y 19 años, sueñan con jugar en Primera. Y Olé los presenta.
Bienvenido a la casa del orgullo nacional”. Un cartel recibe al visitante en la entrada de la pensión de Villa Domínico. “Orgullo internacional”, habría que rebautizarlo. Porque para una competencia de Inferiores que arranca mañana, Independiente fichó a cinco extranjeros, todos para la Cuarta. Y de nacionalidades excéntricas para el fútbol argentino. No hay uruguayos, como Pavoni o Forlán. No se trata de paraguayos, como Arsenio Erico. Tampoco de colombianos, como Albeiro Usuriaga o Faryd Mondragón. Los nuevos son un japonés, dos australianos, un salvadoreño y un brasileño. Y Olé te los presenta.
“Desde septiembre que los venimos probando. Los visto muchas veces, nos sacamos todas las dudas. Y tenemos la esperanza de no habernos equivocado”, los introduce Enrique Borrelli, el nuevo coordinador del Fútbol Amateur. Adaptarse, afizanzarse, llegar a Reserva y proyectarse a Primera es el objetivo que se proponen los nuevos.
Young Seong Youn (19 años) nació en Tokio, pero es segunda generación de coreanos. Así se considera este enganche, al que quisieron el Urawa Red Diamonds y el Avispa Fukuoka. No habla español ni inglés. No lo necesita: se hace entender con goles, metió tres al hilo en amistosos. “Y con grandes definiciones, armándose él la jugada. Sorprendió su técnica”, lo destaca Enrique.
Desde Oceanía, llegaron Kris Kioussis (19) y Rashid Mahazi (18), de padre keniata. A ellos les oficia de traductor Ernesto López 18), un salvadoreño que emigró a Australia (además, vivió en Nueva Zelanda). Este trío se probó en River, y no quedó. Según el coordinador, “Koussis es parecido a Mancuello, con mucho recorrido y muy buena zurda. Rashid es un volante central o por derecha, de gran físico y manejo. Y López es un wing muy hábil y rápido, que hace estragos con su zurda”.
Con su portuñol, Francisco Erivaldo Rosendo De Souza (19) cuenta que a los 16 años debutó en Cruzeiro de Paraiba (al Norte de Brasil), que estuvo en una preselección Sub 15 y que admira a Ronaldinho y Riquleme. “Valdo es el típico armador brasileño, muy talentoso y respondió con guapeza ante el juego duro nuestro”, detalla un Borrelli entusiasmado “con verlos jugar y ver si muestran lo que hacían en sus países. Y, por qué no, entregar un futbolista extranjero a la Primera. En vez de comprarlo, sería un éxito haberlo formado en casa”.
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