jueves, 14 de octubre de 2010

"El equipo se entregó al máximo. En el segundo tiempo lo pudimos liquidar, pero la ansiedad te obnubila”

Mohamed confió que ésa fue su sensación cuando aceptó el cargo. Y que el 1-0, “es de la gente y los jugadores”.

Hacía calor en Avellaneda pero Antonio Mohamed no se sacó su saco negro. Gesticuló, se movió, habló y gritó mucho. “Apenas nos conocemos, no podemos manejarnos con señas”, explicó. Sonrió cuando un periodista partidario le regaló una pulsera roja contra la envida. Y aunque evitó la chicana al rival, contó que cuando aceptó dirigir al Rojo ya “intuía que al clásico lo ganábamos”. La bola de cristal...

La deducción le funcionó. También cuando enfatizó que con él se podía negociar el sistema; “la actitud, no”. Y en eso hizo hincapié: “El equipo se entregó al máximo. En el segundo tiempo lo pudimos liquidar, pero la ansiedad te obnubila”.

Entonces, recordó aquella jugada del segundo tiempo en la que Fredes quedó mano a mano y, en vez de servírsela a Gómez, tan libre como Báez en su gol, el volante remató al cuerpo de De Olivera. “Ya me veía en el banderín del córner festejando el 2-0 con los jugadores...”.

La fiesta final incluyó un fuerte abrazo con todo el cuerpo técnico, locura absoluta. Aunque eso no le anuló la realidad. “Al final del primer tiempo me iba hecho con el 0-0, yo esperaba llegar al vestuario para charlar con los jugadores, pero nos iluminamos en el descuento”, reconoció.
Ya en “el mediotiempo” (expresión que trajo de México) vio a Silvera vomitar, por la fiebre de la semana. “Le pedí que siguiera 10 minutos. Aguantó 20 y lo saqué”.

También hizo un cambio táctico. “Arrancamos con línea de cuatro y Racing nos llegó cuatro veces. Entonces en el segundo tiempo pasamos a marcar con tres, con Cabrera y Mareque a los costados. Cuando entró Bieler bajé a Lucas y apostamos al contraataque”, describió.

Y apuntó: “Esto es de la gente y los jugadores. Nosotros acompañamos”.

-Si un hincha de Racing te dice que Independiente ganó de culo, ¿qué le respondés?
-Nada. Ja, ja...

No hay comentarios:

Publicar un comentario