lunes, 14 de septiembre de 2009

Pinchados


Estudiantes y su jerarquía. Ganó sobre la hora, pero fue muy superior.
Juega bien Estudiantes. No es ninguna novedad, claro. Pero los verdaderos campeones (Estudiantes lo es de América, nada menos) deben revalidar su título partido, tras partido, para sacar la patente de equipo seguro y confiable. Ayer dio una nueva prueba en la cancha de Quilmes..............

Mientras Sebastian Verón, el líder, el cerebro, estuvo en la cancha (salió a los 14 del segundo tiempo) le dio una lección de juego a Independiente. Siempre por abajo, con precisión y dinámica. Con Verón como pivote en cualquier sector de la cancha. Triangulando, devolviendo paredes. A un toque. A dos, como máximo. Y los otros intérpretes, con la misma partitura, hasta que salía el pase largo de apertura hacia cualquiera de las puntas. Es cierto, lograron el alivio del resultado favorable muy pronto después de una excelente jugada colectiva. Y Mauro Boselli, el goleador, dijo presente. Salgueiro y Clemente participaron de la maniobra. La pelota le quedó atrás a Boselli. Retrocedió con celeridad y empalmó con una media vuelta formidable que venció a Navarro.

Independiente que no encontraba su funcionamiento, con el Pato Rodríquez muy volcado sobre la izquierda, casi ajeno al juego, llegó sin embargo rápidamente al empate. Acevedo envió un tiro de esquina desde la derecha. La pelota cruzó el arco tras una peinada de Vella, ubicado en el primer palo y entrando por la izquierda Gandín conectó de palomita hacia el gol. No cambió el despliegue de Estudiantes. Siguió haciendo circular la pelota con calma desde Verón. Enzo Pérez, por la derecha y Leandro Benítez, por la izquierda, participaban del circuito. Braña los respaldaba. Por la derecha pasaba Clemente Rodríguez, por la izquierda, Juan Manuel Díaz. Boselli y Salgueiro estaban atentos para la terminación. Pero le faltó ese toque final al equipo platense. Independiente trataba de defenderse con orden y buscaba la respuesta de contraataque. Ponía tesón Acevedo en el medio. Y Gandín en las búsquedas. Silvera parecía aislado. Tras un tiro de esquina hubo un agarrón de Matheu a Desábato que tuvo color de penal no sancionado por el árbitro Maglio.

Una muy buena jugada con Verón como eje, tras cada toque, terminó con un gol de Boselli, anulado por posición adelantada. La tribuna entera coreó el nombre de la Brujita. Después, Enzo Pérez llegó libre y le picó la pelota al arquero Navarro. Pero se le fue alta. Y así se fue de largo la primea etapa.

Tuvo otro color el complemento. Porque debió salir Verón, con fatiga muscular. Lo reemplazó Carrusca. El juego perdió jerarquía pero la cancha quedó inclinada hacia el arco de Navarro. Independiente parecía desconectado. Y tanto, que no produjo una sola jugada de peligro en toda la etapa. Entró Martín Gómez por Patricio Rodríquez pero nada cambió en el movimiento del equipo. Hasta que se lesionó el arquero Hilario Navarro. Chocó con su compañero Galeano tras una entrada de Salgueiro y debió ser reemplazado por Gabbarini. Se hizo más notoria, entonces, la presión de Estudiantas. Morales Neumann entró por Salgueiro. Y Gallego respondió con un cambio conservador, con la intención (dudosa) de cerrar el partido, como suele decirse últimamente. Salió Gandín e ingreso Mancuello.

Pero tanto fue Estudiantes que al final, a los 42, se dio el gusto. Morales Neumann remató, Gabbarini dio rebote y Díaz concretó. Y le puso justicia de resultado a un desarrollo que le había sido netamente favorable. Por eso el campeón de América quedó ahora a tiro de la punta de Central, mientras sueña con el Mundial de Clubes, en la era de las rosas. ¿Independiente? Dio un paso atrás y renovó el caudal de sus interrogantes..


Fuente:clarin.com (Horacio Pagani)

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